El sueño continúa

Ante la buena noticia de que el verano ya está aquí (el descanso merecido, el tiempo recuperado con la familia y los amigos, la promesa balsámica del mar), nos desayunamos esta mañana, con el artículo del maestro Santiago Segurola en el que analiza la respuesta del entrenador Vicente del Bosque ante una derrota de proporciones cósmicas (cinco goles como cinco clavos): "Ante los medios de comunicación, su discurso transmitió una emocionante dignidad, la de un hombre equilibrado en la victoria y la derrota, la de un entrenador con un elegante sentido moral de la profesión, la de un personaje tolerante con los críticos, sensible con sus jugadores y perfectamente consciente de la trascendecia de la masacre de Salvador de Bahía".

Once millones de personas vieron la derrota de España. Asusta imaginar la opinión apasionada de once millones de persona. La selección, hace cuarenta ocho horas, era la Filarmónica de Viena, ahora, tras la pesadilla del viernes, son el origen del mal.
Arrigo Sacchi dice que el fútbol es lo más importante de las cosas sin importancia. La selección española, con Del Bosque a la cabeza, se enfrenta a un dilema letal, como Edipo ante la Esfinge, si gana a Chile, salvará a Tebas de la peste, si pierde, nos moriremos de tristeza.

Sin embargo, sea uno u otro nuestro destino, un deportista no se entrega, como ha dicho Vicente del Bosque.

La gloria se consigue luchando. El sueño continúa.
 ¿Ganaremos a Chile?