“Se
nos va un hombre bueno, que ha ido por la vida haciendo bien su trabajo,
siempre sin hacer nada contra nadie”, dijo ayer, Vicente del Bosque.
Más
allá de los colores, de las enseñas, de las ambiciones, de las rivalidades,
tenemos que conmovernos por la muerte de Tito Vilanova, entrenador del Barcelona.
Una persona que ejemplificaba los valores por los cuales nos gusta tanto el
fútbol. Valores que, modestamente, desde aquí, desde el Departamento de Lengua,
del Sagrado Corazón de Chamartín, intentamos activar entre nuestros alumnos.
Nacido
en un pueblo de seiscientos habitantes, Tito Vilanova, aprendió a luchar por su sueños, y según sus más íntimos
amigos, representaba los valores de la tierra, del campo. Lealtad, sencillez,
rectitud, irrenunciables.
Una
vida joven, y unas enseñanzas eternas para todos.
Siempre lo clava Del Bosque.
ResponderEliminarNo soy del Barcelona,pero era buen entrenador,no se las daba
ResponderEliminarLos buenos eran los jugadores,mira ahora Guardiola
ResponderEliminarUna pena.
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