lunes, 25 de febrero de 2013

Un cineasta de estipe clásica



La no visión de algunas películas deja un hueco en la imaginación del espectador que éste, necesariamente, ha de cubrir si quiere entender el tiempo en el que vive. La visión de aquéllas es ineludible, como beber agua o alimentarse. Estamos hablando de Argo, filme premiado anoche con  el Oscar a la mejor película.




Una radiografia, fidedigna e inmediata de esta sociedad en la que violencia anida en la vida cotidiana de cada día, construye Ben Affleck, con sus dos últimas películas The Town (2010) y, especialmente, en la premiada Argo (2012).

Este cineasta de estirpe clásica, que lleva celuloide en las venas, a través de una conjugación,ascendente y agilísima, de imágenes, nos conduce, en un crescendo narrativo sin respiro, sin zonas de reposo, con mano maestra, hacía cotas dramáticas cumbre. Y asistimos a un desenlace, que no por conocido, menos liberador, que nos deshace el nudo en la garganta.



1 comentario:

  1. Desde luego Argo está muy bien. Es sobre todo entretenida hasta el final, que es lo mejor que puede ofrecer una película. Muy recomendable

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