El peor equipo del mundo

Nicky Salapu, una tarde oscura de 2001, portero de Samoa Americana, sacó treinta dos veces el balón del fondo de su portería. Su equipo perdió contra Australia 32-0. Hasta la fecha, la goleada más humillante del fútbol mundial.
La autoestima de Salapu estalló en pedazos, concretamente en treinta dos. Entre abismarse en su mala suerte o reconstruir su corazón, eligió esto último.
Ganar no es lo más importante, se dijo Nicky Salapu, sino el esfuerzo de cada día.
Comprendió qué es lo verdaderamente importante, como nosotros cuando articulamos, en nuestra vida de todos los días, el lema de este año.

Mientras salimos de la encrucijada de las derrotas y las desilusiones (España ya no vence ni convence) y asistimos a debates eternos (qué jugadores no deben ser titulares, qué jugadores deberían ser llamados a la selección, qué jugadores no debían ser convocados nunca más), calmemos nuestra sed de victorias con el cine, que nunca defrauda.

   Nuestras recomendaciones para estos días lluviosos: el reestreno de Frozen, el cine sensible y emocionante de "Begin again", el cine negro, negrísimo de La entrega, y Betibú, y El corredor del laberinto, una película que nos deja sin aliento.