domingo, 29 de diciembre de 2013

Un golazo por la escuadra de la guerra

Mientras en el Estado Mayor alemán e inglés, sus generales, organizan, ordenan, ejecutan, la quirúrgica e inexorable desolación de Europa, la tropa, los soldados sin rango, sin estrellas, sin galones, comen salchichas,  fuman, y cantan villancicos (Noche de paz) contemplando la luna, en la Nochebuena de 1914, quizá, por última vez en sus vidas. Y no quieren morir
Al día siguiente, los dos mejores jugadores, capitanes de sus equipos, entre sus pies, un balón de fútbol,  se estrechan la mano, bromean sobre el frío, eligen campo, se desean suerte, y juegan. 
Juegan un partido de fútbol.
Entre la pujanza del mal y la muerte, entre las bombas sin estallar y trincheras como encías desdentadas, podridas por el horror de la guerra mundial, a las once de la mañana de la Navidad del 1914, hace noventa y nueve años, ahora, en este mes de 2013, alemanes y aliados, disputan un partido de fútbol por la paz, que se ha de convertir, instantaneamente, en una carta certificada y urgente, al sinsentido de la destrucción del hombre por el hombre, con el sello de la bondad humana.


Es la tregua del día de Navidad, en la I Guerra Mundial, en 1914.
Los enemigos se hacen amigos, el odio deja paso a la esperanza. El ángel vence al diablo implacablemente humano. Un balón de fútbol ha conseguido alumbrar, como un faro en una tempestad, la esencia inextinguible del hombre.
¿Es posible no amar el fútbol?
Con esta esperanza en el hombre y en la vida, El Departamento de Lengua os quiere desear ¡¡¡un feliz y próspero año 2014!!!

4 comentarios:

  1. Es increíble que pasara algo así en medio de una guerra, no?. Viva el futbol!!

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que es la Navidad,y no el fútbol a quien se debe el milagro

    ResponderEliminar
  3. Prefiero las series al fútbol...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya, y yo, pero ponerse a ver una serie juntos en medio de la guerra en 1914, era imposible!!!

      Eliminar

Gracias por tu comentario.